Medio años más tarde vuelve la tristeza a nuestro hogar. La otra hermana, Nube, mostraba síntomas de debilidad e inapetencia.
Rápidamente nos vino a la memoria los últimos días de Canela, y no quisimos dar lugar a que se repitiera la escena. La llevamos al veterinario, y tras hacerle unas pruebas, la veterinaria encontró una infección interna y nos dijo que había que operar. El cielo se nos vino abajo. "Adelante, a operar".
Fue intervenida y le limpiaron la infección interna. Le aplicaron un tratamiento antiinflamatorio y parecía responder bien.
Pero como no se podía estar quieta, ella misma se tiró de los punto y se abrió la herida.
Le volvieron a coser, y volvimos al tratamiento con antinflamatorios, pero tras el tiempo previsto, en el que Nube parecía que se reponía satisfactoriamente, en unos días empeoró y se nos fue.
Siempre te recordaremos como lo que fuiste, la cariñosa Nube.
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