Tras la pérdida de Bolita en Mayo 2015, y después de varios meses buscando algo muy especial, un día de octubre, en una escapada Benidorm, tuvimos la grata idea de pasarnos por el centro comercial, donde conocíamos la existencia de una tienda de mascotas.
No teníamos muchas esperanzas de encontrar algo que no enamorara a primera vista, sobre todo después de buscar y buscar, sin resultados positivos.
Canela
Entramos a la tienda y, nuestra gran sorpresa: un hámster bebé en color miel, como Bolita. Pero había un pequeño problema, es que todavía no se había destetado del todo de su madre. Apenas tenía veinticinco días. Nos dio mucha pena. Éramos incapaces de separarla de la madre tan jovencita, y la distancia no nos permitía esperar unas semanas más.
Nube
Alzamos los ojos, y en la vitrina de al lado, había uno pequeño, pero no tanto como el bebé que habíamos visto antes, Se trataba de una bola de pelo blanco. Nos encantó a la primera impresión.
Nube
Como íbamos a pasar el día fuera, no podíamos llevárnoslo con nosotros, por lo que acordamos pasarnos a la hora de cierre, de regreso a casa. Durante todo el día estuvimos decidiendo si no llevábamos aquel bebé tan indefenso color miel, o el hámster blanco de pelo largo. Al final la decisión estaba clara: no quedaríamos con el blanco.
Nube
Canela
Así que por la noche, fuimos por él. Lo teníamos muy claro. Pasamos por la tienda y acordamos que se vendría con nosotros a casa. Pero, si María iba a tener un hásmter, Alberto también querría uno. Pues bien, alli estaba la hermana, de color canela, con manchitas marrones, y decidimos que se vendría también con nosotros.
Canela
Así fue como llegaron a nuestro hogar las dos hermanas. Buscarle nombre no fue muy difícil. Una blanca como la nieve, formando una bola de algodón, era lo más parecido a una nube, por lo que su nombre sería Nube.
Nube
Nube
La hermana también estaría influenciada por el color de su pelo, por lo que lo más fácil fue llamarle Canela.
Canela
Canela
Nube y Canela. Dos hermanas hamsters sirias de pelo angora, que ahora teníamos que enseñar, y que tendrían el listón muy alto, pues Bolita había dejado un entrañable recuerdo en nuestras vidas.
Nube
Nuestras mascotas empezaron a crecer, y dejarse querer y acariciar. Nube era algo más nerviosa, pero al mismo tiempo se dejaba coger con más facilidad. Mientras tanto, Canela se mostraba más tranquila, pero a la vez de más miedosa, por lo que solía ser más huidiza en algunas ocasiones. Como todo era cuestión de paciencia, habría que insistir.
Canela
Nube
En apenas unos meses, se había convertido en unos miembros más de nuestra familia.
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